El consumismo
exagerado de nuestra sociedad sigue campando a sus anchas y se observa
especialmente en el campo de la tecnología de consumo. Y dentro de este ámbito los smartphones son
los protagonistas. A mucha gente le gusta tener un nuevo modelo y es fácil que
cambien su teléfono móvil en un año. Y otros lo reemplazan a la mínima avería.
Pero, ¿nos llegamos a plantear si es mejor reparar el smartphone que comprar
uno nuevo?
Los beneficios de reparar un smartphone
Antes de lanzarnos de
cabeza a comprar un nuevo teléfono y tirar a la basura el que ya tenemos,
conviene reflexionar sobre algunos aspectos.
Lo primero es
consultar en un servicio técnico o una tienda de reparaciones el precio del
arreglo. Hay que eliminar la suposición de que nos saldría más rentable una
nueva adquisición comprobándolo con números. Cuánto me costó el terminal, cuál
es el precio de la reparación y cuánto me costaría uno nuevo.
Con estos datos sobre
el papel es fácil tomar la decisión adecuada en cuanto al tema económico se refiere.
No tendría mucho sentido pagar más por el arreglo de una avería que por un
teléfono nuevo con las mismas características, pero sí podría ser rentable
cambiar simplemente la tapa trasera, la batería o el cristal.
Pero además del dinero
hemos de barajar otras cuestiones como el manejo del equipo que tenemos, lo que
supone volver a configurar uno nuevo y, sobretodo, los datos que tenemos
almacenados.
Al final veremos estos
beneficios, pero antes reflexionemos un poco.
Porqué se prefiere adquirir un nuevo terminal
Quizás lo más obvio es
porque nos satisface lo nuevo y por obtener mejores prestaciones. Pero esa no
es la única razón. Los smartphones son dispositivos tecnológicamente muy
avanzados donde prima la miniaturización de los componentes para conseguir
diseños más finos y características mejores. Esto hace que, en ocasiones, la
reparación suponga un precio que no se esté dispuesto a pagar.
La obsolescencia
programada tiene también parte de culpa en este proceso de renovación
constante. Los fabricantes crean productos con “fecha de caducidad” para
promover ventas nuevas. Los artículos ya no duran tantos años como antes debido
a la inclusión de este concepto en la filosofía de las empresas y, en cierto
modo, nos vemos obligados a comprar un artículo nuevo.
Pero además, cuanto
mayor es el grado de sofisticación mayor es la dificultad de reparación en caso
de avería o rotura, y pensamos que puede merecer más la pena cambiar de
smartphone que arreglarlo.
Empujados por todo
ello, no nos detenemos a pensar en los beneficios que supone reparar nuestro
smartphone y, como vamos a ver, es una buena idea hacerlo.
Motivos para reparar un smartphone
Reparar el smartphone
nos supone las siguientes ventajas siempre y cuando la rentabilidad no se vea
sacrificada.
·
No tendremos
que andar buscando un nuevo teléfono que cumpla con nuestras expectativas y
presupuesto.
·
No será
necesario aprender a manejar un nuevo terminal.
·
Nos
evitaremos el siempre incómodo y laborioso traslado de datos del smartphone
antiguo al reciente.
·
Seguramente
nos salga más barato el arreglo que la compra de otro aparato.
·
Ayudaremos a
cuidar el medio ambiente al evitar generar residuos.
Como podemos ver, los
beneficios de reparar un smartphone son muchos: en ahorro de tiempo, en dinero
y a nivel ecológico. Evitar caer en la trampa de consumir por consumir nos
ayudará a todos, y aprovechar los repuestos de telefonía para las reparaciones
contribuye al bienestar común. Los repuestos para smartphones están para algo;
hagamos, pues, uso de ellos.
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